El Andariego

Blog personal de Ricardo Andreé

Romper con la desinformación y con la ‘lógica de la guerra’

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Antisemitismo: proviene de la discriminación hacia las lenguas semíticas y sus creencias y cultura (árabes-hebreas) (pueblos semitas). Diferente al ‘antijudaísmo’ cuya característica religiosa ataca al judaísmo y no a todo aquello que es israelí o hebreo, sino solamente a la religión judía (fuerte en el cristianismo del medioevo). Anti-Sionismo: es un concepto político que se opone y ataca a las vertientes ‘sionistas’, cuyas inclinaciones ideológicas nacionalistas representan a la derecha más extrema, en el arco político israelí.

El concepto ‘semítico’ se hizo racial ya en el siglo diecinueve, para distinguirlo del ‘Indo europeísmo’- separando la teoría de la raza superior, y dejando al semitismo en calidad de inferior.

Aunque en el término semítico caben árabes e israelíes, en la Europa de 1873 y 1886 aparecen posturas que endosan el semitismo exclusivamente a los ‘judíos’ entendiendo como tal a todo israelí, aunque no fuese practicante de la religión judía.

Podemos hallar en la información virtual: “Uno de los primeros en expresar ese nuevo antisemitismo fue el historiador berlinés Heinrich von Treitschke quien en 1879 escribió: «Los judíos son nuestra desgracia». Pronto quedó claro, como lo demostró el affaire Dreyfus, que el nuevo antisemitismo alimentado por las teorías raciales no era sólo un fenómeno alemán. En Francia el fundador del «antisemitismo académico» fue Ernest Renan, pero, según Pierre-André Taguieff, «es Jules Soury quien efectúa el paso a la acción. Denuncia el dominio absoluto de los judíos sobre el aparato político, las instituciones, etc. […] La “lucha de las razas” es reinterpretada como la principal manifestación de la “lucha por la existencia” en los humanos. El combate entre el “Ario” y el “Semita” es una lucha a muerte». Aún más radicales serán las tesis antisemitas de Georges Vacher de Lapouge que recurre a la craniometría para «demostrarlas».(«Antisemitismo racista»-Wikipedia)

Hoy, se entiende por antisemitismo a la discriminación racial, religiosa y cultural que, se cree, caracteriza a los hebreos. En donde el ‘antijudaísmo’ (religioso) y la animadversión hacia el pueblo israelí por razones raciales, culturales y religiosas se convierte en política de persecución y justificación para el ‘llamado a su exterminio’ o ‘razón’ para negar sus derechos como pueblo o Nación.

Queda afuera del antisemitismo el ‘anti-sionismo’ que es la oposición y rechazo a la política nacionalista y al militarismo que representa la corriente política extrema de la derecha israelí. Y que, en este caso, NO niega el derecho a existir del Estado de Israel, y NO discrimina por asuntos raciales, religiosos o culturales: reivindicando el mismo Derecho a existir como Nación y Estado al pueblo Palestino sin discriminación ni persecución por razones de raza, religiosa y/o cultural.

Hamás y Hezbolá son profundamente antisemitas: en cuanto apuntan a desintegrar el Estado de Israel desde profundas creencias religiosas, racistas y culturales, e imponen- como toda ortodoxia extremista- una propia superioridad racial, religiosa y cultural que no concibe la existencia de Israel en tierras árabes (y posiblemente en ningún otro lugar).

La autoridad palestina y la OLP son abiertamente anti sionistas, pero no poseen características antisemitas: aceptan la existencia legítima del Estado de Israel, pero denuncian los abusos colonialistas-militaristas del sionismo nacionalista y de la ortodoxia religiosa que somete al pueblo palestino al apartheid.

Antes de la masacre de Hamás en territorios ocupados por la ortodoxia nacionalista, que arrincona y encarcela a los habitantes de la ínfima franja de Gaza, hubo grandes manifestaciones del pueblo de Israel en contra de las tentativas del gobierno sionista por imponer un sistema de control sobre la justicia del país. Y hay, en Israel, potentes movimientos por la paz que luchan por el entendimiento con el pueblo árabe y palestino. No todo el pueblo israelí es sionista. Debe entenderse bien esta realidad.

El antisemitismo es una política racial y religiosa que, desde bases acérrimas de una cultura oscura, no concibe al Ser Humano como tal, sino que discrimina desde la base de una superioridad auto concedida, y se endosa el derecho a imponer la propia creencia y modo de vida.

Sin embargo, la crítica al colonialismo, al militarismo, y a la prepotencia del Estado de Israel, que no respeta los acuerdos internacionales e impone su dominio sobre su zona en modo arbitrario y contrario a los Derechos Humanos, y la crítica a su política de retaliación –que sobrepasa los crímenes que el extremismo antisemita acomete en su contra– no significan en ningún caso algún viso de antisemitismo.

Porque la publicidad actual, emanada de las embajadas de Israel por el mundo, califica toda crítica y condena por las muertes en Gaza de (como) ‘antisemitismo’, y esa manipulación puede tener asidero o receptividad en la ignorancia o en la escaza voluntad para informarse.

Pero al colocar las palabras en su justo significado: queda en evidencia que el uso de este término con fines propagandísticos demuestra una debilidad ideológica y política subyacente. O una defensa desesperada ante la culpa de estar actuando en forma desproporcionada.

Romper con ‘la lógica de la guerra’ y asumir que la venganza o retaliación NO es ‘autodefensa’ o  ‘legítimo derecho a defenderse’, nos llevaría a otra mirada de la realidad: en donde el fanatismo de Hamás- como el de ISIS o de los Talibanes- quedaría aislado y en evidencia si nadie en el planeta actuara como ellos lo hacen, y, eventualmente, para poner fin a sus atrocidades, las naciones acordaran intervenir para detener a la muerte y a la barbarie que usa y utiliza causas políticas y nacionales con el fin de imponer un reinado de terror que nos arrastra a todos a las cavernas.

Pero si para oponerse a lo terrible de la naturaleza criminal de ISIS o Hamás se usan los métodos de ‘tierra arrasada’ y de ‘castigo a la nación que cobija o donde se esconden los terroristas autores de los crímenes’: entonces ya no se distingue la diferencia entre el vil atacante que mata y secuestra inocentes y civiles…de aquel que bombardea ciudades y pueblos masacrando a otros inocentes y civiles.

Usar correctamente el lenguaje y romper la ‘lógica de la guerra’ son dos caminos que podrían cambiar nuestra visión de la realidad y del mundo que construimos.

Written by Ricardo A. Urrutia.V

octubre 21, 2023 a 4:32 pm

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