GAZA: guerra y genocidio

Antes expuse aquello que se entiende como ‘antisemitismo’, cuya raíz (los pueblos semíticos) son esencialmente de origen arábico, y se asume el ‘antisemitismo’ como una discriminación antojadiza por razones culturales, religiosas o de raza hacia quienes poseen esta estirpe.

Políticamente se impone el concepto de ‘antisemitismo’ a la persecución de cualquier tipo de ‘lo hebreo’, solo por ser ‘israelita’ o ‘judío’. Las persecuciones en Europa por parte del cristianismo, en el medioevo, fueron llamadas ‘antijudías’, y las expulsiones de judíos se verifican a lo largo de la historia hasta llegar al horroroso holocausto nazi.

El concepto ‘antisemita’, ya en forma extendida y sin matices, se instala políticamente en el lenguaje de la corriente ‘sionista’, una vertiente nacionalista de carácter extremista y ortodoxa.

Para entender: cuando la OLP palestina acepta el derecho de Israel a existir como Estado, juntamente con el derecho de la Nación y Estado Palestino: se está pronunciando políticamente, carente de toda discriminación religiosa, cultural o de raza. Mal entonces se podría acusar a la autoridad palestina de ‘antisemitismo’ si ésta crítica y condena el apartheid aplicado por la política ‘sionista’ sobre los territorios OCUPADOS y gestionados en forma arbitraria por el Estado Israelí.

Cuando una organización como Hamas declara que su propósito es hacer desaparecer a Israel, no sólo como Estado, sino que se hace necesario eliminar a todo judío de la faz de la tierra, y eso justifica la matanza de niños y civiles israelíes: entonces sí estamos ante una postura ‘antisemita’ porque su base ideológica es discriminatoria en extremo, aplicado ‘solo por la realidad de ser judíos’, como fue el motor ideológico del nazismo. Y es antisemita porque postula a eliminar una parte integrante del pueblo de origen arábico, y postula a una visión sesgada de la historia y a la imposición de una cultura religiosa de parte- musulmana- y de ésta: en su versión más extrema.

Cuando el gobierno sionista actual, en Israel, y su propaganda, conjuga el ‘antisemitismo’ en todo aquello que crítica a Israel y su política de exterminio del pueblo palestino, y se queja de igual modo por las severas observaciones políticas sobre su control colonialista, y coloca al que resiste con piedras y palos en Cisjordania al mismo nivel del que lanza misiles indiscriminados sobre población civil en territorio de Israel: entonces asistimos a una Gran Manipulación, en donde las muertes atroces e injustificadas de 20 mil civiles, en su mayoría niños y mujeres, en Gaza,  son equiparadas por la publicidad sionista, con iguales muertes y secuestrados israelitas por parte de Hamas.

Según la propaganda oficial del gobierno hebreo:  terrorista es un adolescente que usa una honda con piedras en contra de blindados, y merece la cárcel, equivalente a un terrorista de Hamas que mata a balazos a jóvenes indefensos en un festival… es lo mismo, es igual, no hay diferencia.

La crítica política por las acciones de Israel es, para la cúpula gubernamental, tan ‘antisemitismo’ como la denuncia de la cruenta violación de todo derecho humano en Gaza y en Cisjordania.

La ruptura de las leyes de guerra y de los Tratados internacionales… son otra critica inválida marcada por la fiebre ‘antisemítica’(según reza la propaganda) … y se llega a calificar de ‘antisemitismo’ la postura de la ONU y la acción de la Cruz Roja o las observaciones objetivas de ‘Human Rights Watch’.

Volvamos a la racionalidad, la cordura y ya no ofendamos a la inteligencia del Ser Humano: el genocidio en Gaza ha roto todo límite de justicia, incluso de retaliación bíblica, en donde el ‘ojo por ojo…’ se ha quebrado en su equivalencia y sentido de justicia. Ya ha pasado a conformar parte de los horrores que el mismo pueblo israelí ha sufrido en su historia.

La consternación provocada por el  terrorismo de Hamas, en su acción macabra sobre civiles e inocentes israelíes, y el acto más deleznable de la guerra: el secuestro…ameritan una respuesta de defensa y de equiparación política por vías militares –(bajo las leyes de la guerra que la mayoría de los Seres de Paz no compartimos)- Sin embargo, cuando tal réplica armada sobrepasa los límites de lo políticamente aceptable y militarmente justificable, entonces entramos en otra franja de la oscura beligerancia: el genocidio.

A la luz de los hechos, decir que cuanto acontecido en Gaza es uno de los mayores genocidios de la historia actual, y que tal acto ha roto los parámetros aceptables de la guerra…no es una postura ‘antisemita’ como lo agitara la propaganda del gobierno sionista actual, ni conlleva la idea de hacer desaparecer al Estado de Israel, ni mucho menos.

El gobierno del señor Natanyahu ha caído en la paranoia guerrerista más desenfrenada, y en lugar de buscar soluciones políticas que ya no justifiquen la acción del extremismo islámico, hace justamente lo contrario: llevando agua sucia al molino de la guerra total, que espera ganar, pero cuyo precio político e histórico, de una eventual victoria, sería menos que ‘pírrica’, y seguramente, en el tiempo, podría significar una afectación grave para la existencia del Estado Israelita.